Protección de la Niñez una tarea urgente y de todos.
Durante el año 2022, se registraron 54 niños fallecidos como resultado de actos delictivos, de los cuales más del 40% no tenían ninguna vinculación con entornos criminales. Se estima que está cifra crecerá cerca de un 20% en 2023
Marcelo Sánchez Ahumada
3/1/20243 min leer


En los últimos años, Chile ha enfrentado una preocupante cifra de niños víctimas de delitos, con un incremento significativo en los fallecimientos. Durante el año 2022, se registraron 54 niños fallecidos como resultado de actos delictivos, de los cuales más del 40% no tenían ninguna vinculación con entornos criminales. En el primer semestre de 2023, la cifra llegó a 34 niños y se estima que se superará la alarmante cifra de 70 niños fallecidos con la contabilización a diciembre. La trayectoria los primeros meses de 2024 parece consolidar esta tendencia que debiera ser motivo de profunda preocupación y nos lleva a reflexionar sobre qué está sucediendo en los espacios de protección de la niñez en nuestro país.
La delincuencia y el crimen organizado han debilitado de manera significativa los espacios de protección de la niñez en Chile, han encontrado en los niños una vulnerabilidad que explotar, ya sea utilizando su participación en actividades delictivas o incluso victimizándolos directamente.
El reclutamiento de niños en el crimen organizado y la victimización en contextos delictivos es una realidad que no podemos ignorar, y que requiere de una respuesta contundente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Es fundamental fortalecer las instituciones encargadas de proteger a la niñez y garantizar su seguridad. Esto implica dotar de capacidades necesarias a los organismos encargados de la infancia, como el Servicio de Protección y de Reinserción, el primero con evidentes problemas de implementación y gestión de oferta, el segundo en pleno proceso de puesta en marcha, esperando incorporar los aprendizajes de lo que ha sucedido con “Mejor Niñez”.
Se requiere mejorar los protocolos de actuación y coordinación entre los diferentes actores involucrados en la protección de la niñez, como la policía, los tribunales de justicia y los servicios de salud. Capacitación, pero a la vez los recursos necesarios para contar con una renovada oferta con evidencia y coberturas adecuadas y sistemas de prevención de delitos al interior de los actores y garantes del sistema.
Es también relevante promover una mayor coordinación y cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de personas, grupos extorsivos como el tren de Aragua potencian la explotación sexual comercial infantil, el abuso y la violencia contra los niños. Por otro lado, es necesario abordar las causas que llevan a los niños a involucrarse en actividades delictivas o a ser víctimas de la violencia. La exclusión, la falta de oportunidades educativas y laborales, así como la desintegración familiar, la falta de atención en salud mental, el consumo de alcohol y otras drogas, son factores que contribuyen al aumento de la vulnerabilidad de los niños, se requiere una Agenda Temprana de Prevención Social. Es necesario implementar políticas públicas que aborden de manera integral estas problemáticas, brindando apoyo y oportunidades a los niños y sus familias.
Como padres y cuidadores, debemos estar atentos a los signos de vulnerabilidad en nuestros hijos y en los niños de nuestro entorno. Fomentar una cultura de denuncia y apoyo mutuo, donde podamos colaborar en la protección efectiva de la niñez en el marco del Sistema de Protección integral con la implementación de dispositivos preventivos desde las Oficinas locales de la Niñez. Debemos ser capaces de fomentar espacios seguros y de confianza donde los niños puedan expresarse libremente y buscar ayuda en caso de necesitarlo. Escuchar sus opiniones y brindarles espacios de participación.
Hoy la protección de la niñez requiere de una respuesta urgente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto, fortalecer las instituciones encargadas de proteger a los niños, mejorar la coordinación y cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y abordar las causas que llevan a los niños a ser víctimas de la violencia. Además, como padres y cuidadores, debemos colaborar activamente en la protección de la niñez, educando a nuestros hijos, fomentando su participación y estando atentos a cualquier situación de riesgo. Solo con un esfuerzo conjunto podremos garantizar un futuro seguro y protegido para nuestros niños.

