Fortalezas del Carácter

¿Qué queremos realmente de nuestros hijos, como formamos ciudadanos responsables, empáticos, que resuelvan sus conflictos sin violencia? Las fortalezas de carácter son características de la persona, de carácter positivas, reflejadas en pensamientos, sentimientos y comportamientos que pueden contribuir en su desarrollo social. Las fortalezas de carácter son multidimensionales, pero, especialmente, consideran disposiciones positivas que cada persona es capaz de expresar cualquiera de ellas

Marcelo Sánchez A. Para medios regionales

6/11/20243 min leer

Hace algunos días nuevamente en Lota un estudiante apuñaló a otro en las afueras del Liceo, también en Coronel, una violenta pelea, con palos, se registró al interior de un colegio. Lo peor de todo es que esto está sucediendo ya de manera regular en aquellos espacios que debieran ser de protección. Apoderados de Lota manifiestan su temor de seguir enviando a sus hijos a clases, debido a la inseguridad que hay. Por cierto es comprensible el temor de los apoderados, sin embargo es necesario junto con aumentar la protección y el control del orden público en los entornos de los recintos educacionales, se impulse un trabajo entre las familias y los colegios en torno a una visión común que promueva nuevamente recuperar el espacio protector de la educación. ¿Qué queremos realmente de nuestros hijos, como formamos ciudadanos responsables, empáticos, que resuelvan sus conflictos sin violencia? Las fortalezas de carácter son características de la persona, de carácter positivas, reflejadas en pensamientos, sentimientos y comportamientos que pueden contribuir en su desarrollo social. Las fortalezas de carácter son multidimensionales, pero, especialmente, consideran disposiciones positivas que cada persona es capaz de expresar cualquiera de ellas.

Peterson y Seligman (2004) clasificaron las siguientes 24 fortalezas de carácter: amor, amor por el aprendizaje, apreciación de lo bello, autenticidad, autorregulación, bondad, civismo, creatividad, curiosidad, esperanza, espiritualidad, imparcialidad, inteligencia social, gratitud, humor, liderazgo, modestia, pensamiento crítico, perdón, perseverancia, prudencia, sensatez, valentía, y vitalidad. Ahora bien el proceso de formar el Carácter requiere de un intenso trabajo entre la Familia, la escuela y la comunidad que cree las condiciones pero a la vez catalice los comportamientos de tal forma que vayan anclándose en la identidad, la formación del carácter les pone un propósito a las habilidades socioemocionales que tempranamente los niños van incorporando en su relación con otros niños y con Padres y Cuidadores que promueven relaciones sanas y conductas prosociales. James Heckman, premio Nobel de Economía , ha demostrado que estas habilidades no cognitivas son críticas para el mercado laboral y el desempeño en general en la vida futura. El pasado viernes 7 de junio la Fundación Astoreca y la Universidad de los Andes convocaron al seminario “Fortalezas en Acción”, con expertos internacionales y nacionales y la exposición de los principales y más sólidos programas de habilidades socioemocionales disponibles en Chile como el “Yo Puedo” de Fundación San Carlos de Maipo, recientemente galardonado con el Premio Dra. Myrna Shure en la “Social Emocional Learning Association Conference 2024”. La Fundación Astoreca ha operacionalizado las Fortalezas del Carácter en su programa SOY+ y es uno de los referentes en proponer un camino de integración que considera una agenda explícita, que declara cuáles son las fortalezas para promover en un enfoque comprensivo y transversal, inserto en la cultura incluyendo elementos de instrucción directa, con fidelidad en la implementación de su programa. Esto es importante porque es necesario que exista rigor en la forma en que estos conceptos se instalan a la base del modelo educativo, la educación en la Virtud y las habilidades morales son conceptos que datan de la antigua Grecia, pero hoy requieren de una lectura profunda de los cambios en nuestra sociedad que demanda a Padres y Escuelas, un diálogo tras una misma visión compartida para fortalecer los espacios protectores de la Niñez y compartir estándares claros de comportamiento con los cuales hacer frente a los múltiples factores de riesgos del entorno. No queremos más violencia en los Colegios ni fuera de ellos, debemos mirar el futuro que deseamos para nuestros hijos y trabajar juntos con un propósito que los anime en la virtud, en la responsabilidad, el liderazgo y la perseverancia, para ser mejores personas buscando el bien de los demás y en ese camino encontrar de lleno su felicidad.