Educación inicial, la última de la fila

Es así como, en un contexto en que socialmente nos preocupa el aumento en la violencia a temprana edad, así como la exclusión educativa, consumo de drogas y participación en delito de niños y adolescentes, no se entiende que, por segundo año consecutivo, se destinen menos recursos al financiamiento de jardines infantiles, cayendo casi en $12 mil millones. Muy por el contrario a la inversión que se requiere en este grupo etario y que, hemos visto en la última Casen, agrandan la brecha de desigualdad

Marcelo Sánchez Ahumada Columna en La Segunda 1-2-24

2/1/20242 min leer

La educación parvularia es una etapa crucial en el desarrollo de los niños; les permite adquirir habilidades socioemocionales básicas esenciales para su crecimiento cognitivo y emocional. El ganador del Premio Nobel de Economía, James Heckman, afirma que invertir en la educación infantil es el método más efectivo para combatir el delito. Además, y pensando en las familias que más requieren de este dispositivo, la inclusión de la educación en las etapas preescolares de los niños en el espectro autista ayuda a su desarrollo y funcionalidad en la adultez.

Es así como, en un contexto en que socialmente nos preocupa el aumento en la violencia a temprana edad, así como la exclusión educativa, consumo de drogas y participación en delito de niños y adolescentes, no se entiende que, por segundo año consecutivo, se destinen menos recursos al financiamiento de jardines infantiles, cayendo casi en $12 mil millones. Muy por el contrario a la inversión que se requiere en este grupo etario y que, hemos visto en la última Casen, agrandan la brecha de desigualdad

De acuerdo con la OMS, las capacidades que se desarrollan durante la educación inicial son la base sobre la que podrá seguir construyendo su pensamiento, lenguaje, motricidad, relación con los demás, etc. Y en base a la OCDE, según los resultados de la prueba PISA de Ciencias, los jóvenes chilenos de 15 años que asistieron entre uno y dos años a la educación parvularia, superaron en 41 puntos porcentuales a sus pares que no lo hicieron.

La evidencia disponible sugiere que los programas dirigidos a desarrollar habilidades socioemocionales deben iniciarse tempranamente, y estar dirigidos a la prevención del desarrollo de conductas violentas. La Fundación San Carlos de Maipo ha implementado el modelo internacional Interpersonal Cognitive Problem Solving (ICPS) en distintos establecimientos preescolares de la Región Metropolitana, con el objetivo de mejorar la comunicación, el clima en la sala de clases y reducir el conflicto, para lograr una mayor cooperación en el aula. El modelo registra resultados concretos y medibles. Un estudio en población de alta vulnerabilidad psicosocial en Estados Unidos demostró que ICPS disminuyó problemas conductuales en 24%, cifra que llegó a 30% después de 12 meses. Asimismo, se redujo un 37% la probabilidad de presentar problemas de conducta (67% un año después de la intervención). Los mayores beneficios se evidenciaron en cursos de prekinder y kinder.

En consecuencia, se requiere comprender el impacto de invertir socialmente en la educación inicial; no sólo en infraestructura, sino con una oferta de calidad, con evidencia, integralidad y coberturas adecuadas, parte fundamental de una agenda temprana de prevención social que nos permita dejar de llegar tarde.