Crimen organizado y Niñez
La Niñez en nuestro país sufre un asedio cada vez menos silencioso del Crimen Organizado. El último informe del Ministerio Público, entre otros, nos muestran cómo este fenómeno evoluciona, multiplica sus métodos y profundiza su impacto en los sectores de mayor vulnerabilidad
Marcelo Sánchez Ahumada en El Mercurio
1/21/20253 min leer


La Niñez en nuestro país sufre un asedio cada vez menos silencioso del Crimen Organizado. El último informe del Ministerio Público, entre otros, nos muestran cómo este fenómeno evoluciona, multiplica sus métodos y profundiza su impacto en los sectores de mayor vulnerabilidad y desprotección, especialmente en niños, niñas y adolescentes. La forma en que opera el Crimen Organizado no sólo los victimiza, sino que también los convierte en un engranaje de su actuar delictivo.
Adolescentes de entre 15 y 20 años son reclutados por bandas delictivas. El robo de vehículos y el microtráfico de drogas se esbozan como "mercados de iniciación". Muchas veces bajo amenazas o carencias económicas, enfrentan entornos de violencia extrema desde la primera infancia. Son el primer eslabón en redes sofisticadas, donde la agresividad y el uso de armas, son la conducta habitual. Esta forma de involucramiento delictivo normaliza trayectorias de vida antisocial y perfila comportamientos reincidentes cada vez más graves en su compromiso con delitos violentos contra las personas.
Hemos observado también que el crimen organizado sostiene entre sus negocios a organizaciones extorsivas dedicadas a la Explotación Sexual Infantil, como también a víctimas de trata de personas. Niñas y adolescentes migrantes son especialmente vulnerables, pues en contextos de migración irregular, la ausencia de denuncia por miedo, permite que estas redes operen con impunidad y den liquidez financiera a negocios relacionados. La expresión del Crimen organizado no sólo se da en tipos de delitos, sino que tiene una dimensión territorial, donde dominan barrios enteros y asentamientos precarios, controlando por la vía extorsiva sus organizaciones. En estos sectores, los Niños crecen bajo la influencia directa de estas redes, expuestos a un entorno donde la violencia es la forma de resolución de conflictos y manifiesta el poder de “la Mano”, expresión asociada a quien detenta el poder.
El impacto de la normalización de la violencia afecta no sólo a los Niños “Soldados”, sino a todo un entorno que crece viendo el delito como una salida viable, allí hay hermanos, amigos y compañeros de Colegio, que empiezan a naturalizar esta vía en un contexto de escasas oportunidades y nula prevención. La tecnología, redes sociales y plataformas digitales se utilizan para captar a Niños y coordinar actividades ilícitas. El acceso no regulado transforma estas herramientas cotidianas en un canal que amplifica la captación de jóvenes para el tráfico de drogas o robos especializados. El efecto de las organizaciones criminales sobre la niñez contribuye a perpetuar la exclusión social y la violencia, asimismo el desarrollo temprano de carreras delictivas dificulta gravemente las posibilidades de rehabilitación y reinserción.
Necesitamos impulsar una Agenda Temprana de Prevención Social que se anticipe al actuar del Crimen Organizado, fortaleciendo a tiempo los espacios protectores de la Niñez: en la Escuela, la Familia y en la Comunidad. Debemos llegar antes que se materialicen los factores de riesgo, con una oferta basada en evidencia, con calidad y cobertura adecuadas. No podemos seguir reaccionando con programas que carecen de resultados y operan desde la inercia de un inter-sector sin la oportunidad e integralidad que demanda esta amenaza, que no responde a las necesidades de protección efectiva que nuestra legislación ha consagrado en distintos cuerpos legales. Hoy es urgente priorizar a la Niñez, hay oferta en el Sector Privado con estándar alto de evidencia que debiera escalarse para realmente impactar, también hay algunos programas en el Sector Público como la Terapia Multisistémica en los que debe invertirse con decisión para que este esfuerzo tenga realmente resultados y logremos rescatar a miles de niños de esta realidad dolorosa.