Priorizando el bienestar de los niños después de una tragedia

A través de una comunicación abierta, el mantenimiento de rutinas y estabilidad, la creación de un entorno seguro, el apoyo profesional, el fomento de la resiliencia y el cuidado personal de los adultos, podemos ayudar a los niños a superar la situación y reconstruir sus vidas.

Kids Up

2/4/20243 min leer

Después de vivir una tragedia como la que se está viviendo aún en la zona central de Chile con los incendios forestales, es comprensible que la prioridad del mundo adulto sea reconstruir y recuperar lo perdido. Sin embargo, en medio de la catástrofe, a menudo no somos conscientes de lo que están viviendo los niños y de cómo pueden verse afectados en su salud mental y emocional. Es importante atender a las distintas urgencias y al mismo tiempo priorizar el bienestar de los más pequeños que han experimentado una situación tan dura como esta.

1. Comunicación abierta y honesta

Es fundamental establecer una comunicación abierta y honesta con los niños después de una tragedia. Explícales lo que ha sucedido de manera clara y adecuada a su edad, sin ocultar la gravedad de la situación pero evitando generarles miedo innecesario. Permíteles expresar sus sentimientos y preguntas, y bríndales el apoyo emocional que necesitan. Escucha activamente y valida sus emociones, mostrándoles que estás allí para ayudarlos y protegerlos.

2. Mantener rutinas y estabilidad

En momentos de crisis, las rutinas y la estabilidad son especialmente importantes para los niños. Intenta mantener las rutinas diarias en la medida de lo posible, como horarios de comidas y de sueño. Esto les brindará un sentido de seguridad y normalidad en medio de la incertidumbre. Si es necesario realizar cambios en las rutinas, explícales de manera clara y anticipada para que puedan adaptarse mejor.

3. Proporcionar un entorno seguro

Después de una tragedia, es fundamental proporcionar a los niños un entorno seguro y protector. Asegúrate de que tengan un lugar seguro para vivir y descansar, donde se sientan protegidos. Elimina o minimiza los estímulos que puedan recordarles la tragedia, como imágenes o noticias constantes sobre el evento. Fomenta actividades que promuevan la calma y el bienestar, como el juego, la lectura o el arte.

4. Buscar apoyo profesional

Si observas que tu hijo presenta cambios significativos en su comportamiento o emociones después de una tragedia, es importante buscar apoyo profesional. Un psicólogo o terapeuta especializado en trauma infantil puede ayudar a los niños a procesar sus emociones y brindarles las herramientas necesarias para superar la situación. No dudes en pedir ayuda si la necesitas, ya que el bienestar emocional de tu hijo es primordial.

5. Fomentar la resiliencia y el apoyo mutuo

Enseña a tus hijos la importancia de la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a las adversidades. Anímalos a expresar sus emociones de manera saludable, a buscar actividades que les brinden alegría y a apoyarse mutuamente. Fomenta la solidaridad y la empatía, mostrándoles cómo pueden ayudar a otros que también han sido afectados por la tragedia. Esto les dará un sentido de propósito y fortaleza.

6. Cuidado personal de los adultos

Es importante recordar que, para cuidar del bienestar de los niños, los adultos también deben cuidarse a sí mismos. No descuides tu propia salud mental y emocional. Busca apoyo en tu red de apoyo social, practica actividades que te brinden bienestar y permítete tiempo para descansar y recuperarte. Al cuidarte a ti mismo, estarás en mejores condiciones para cuidar y apoyar a tus hijos.

En conclusión, después de una tragedia como los incendios forestales en la zona central de Chile, es fundamental priorizar el bienestar de los niños. A través de una comunicación abierta, el mantenimiento de rutinas y estabilidad, la creación de un entorno seguro, el apoyo profesional, el fomento de la resiliencia y el cuidado personal de los adultos, podemos ayudar a los niños a superar la situación y reconstruir sus vidas. Recordemos que su salud mental y emocional es igual de importante que la reconstrucción física.