Los efectos del cambio de hora en los niños: cómo mitigarlos y recomendaciones de especialistas
El cambio de hora puede tener varios efectos en los niños, incluyendo dificultades para conciliar el sueño, cambios en los patrones de alimentación, alteraciones en el estado de ánimo y el comportamiento, y dificultades para participar en actividades extracurriculares. Es importante estar atentos a estos efectos y brindar a los niños el apoyo necesario para que puedan adaptarse de manera saludable a este cambio en su rutina diaria.
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4/5/20244 min leer


Además de los efectos en el sueño y la alimentación, el cambio de hora también puede tener un impacto en el estado de ánimo y el comportamiento de los niños. Al alterar su rutina diaria, los niños pueden experimentar cambios en su nivel de energía y su capacidad para concentrarse en las actividades escolares y cotidianas. El retraso en el reloj puede hacer que los niños se sientan más cansados y irritables, lo que puede llevar a un aumento en los berrinches y las rabietas.
También puede afectar su capacidad para regular sus emociones, lo que puede resultar en cambios de humor repentinos y dificultades para manejar el estrés. Además, el cambio de hora puede tener un impacto en las actividades extracurriculares de los niños, como los deportes y las clases de música. Si el cambio de hora afecta su horario de sueño y alimentación, es posible que los niños no tengan la energía ni el apetito necesarios para participar plenamente en estas actividades.
Es importante tener en cuenta que los efectos del cambio de hora pueden variar de un niño a otro. Algunos niños pueden adaptarse rápidamente al nuevo horario, mientras que otros pueden necesitar más tiempo para ajustarse. Es fundamental prestar atención a las necesidades individuales de cada niño y brindarles el apoyo necesario durante este período de transición. El cambio de hora puede tener varios efectos en los niños, incluyendo dificultades para conciliar el sueño, cambios en los patrones de alimentación, alteraciones en el estado de ánimo y el comportamiento, y dificultades para participar en actividades extracurriculares. Es importante estar atentos a estos efectos y brindar a los niños el apoyo necesario para que puedan adaptarse de manera saludable a este cambio en su rutina diaria.
Limitar la exposición a pantallas antes de dormir
La exposición a pantallas, como las de los dispositivos electrónicos, puede afectar negativamente el sueño de los niños. La luz azul emitida por estas pantallas puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño. Por lo tanto, es recomendable limitar el uso de pantallas al menos una hora antes de la hora de dormir.
Evitar alimentos y bebidas estimulantes
Algunos alimentos y bebidas, como los que contienen cafeína o azúcar, pueden tener un efecto estimulante en los niños. Es importante evitar que consuman este tipo de alimentos y bebidas cerca de la hora de dormir, ya que pueden dificultar el proceso de conciliación del sueño.
Ser paciente y comprensivo
Es importante tener paciencia y comprensión durante el ajuste al cambio de hora. Los niños pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño o despertarse temprano durante los primeros días después del cambio. Brindarles apoyo emocional, tranquilidad y un ambiente tranquilo puede ayudarles a adaptarse de manera más fácil y rápida.
Consultar con un profesional de la salud
Si los efectos del cambio de hora en los niños persisten durante un período prolongado o afectan significativamente su calidad de vida, es recomendable consultar con un profesional de la salud. Un médico o pediatra podrá evaluar la situación y brindar recomendaciones específicas para mitigar los efectos del cambio de hora en cada caso particular.
Mantener una rutina regular
Para ayudar a los niños a adaptarse al cambio de hora, es importante mantener una rutina regular. Esto incluye establecer horarios fijos para despertarse, comer y dormir. Al tener una estructura diaria consistente, los niños pueden sentirse más seguros y adaptarse más fácilmente a los cambios.
Fomentar la actividad física
La actividad física regular puede ayudar a regular el sueño y mejorar la calidad del mismo. Se recomienda fomentar la práctica de ejercicio físico durante el día, evitando hacerlo cerca de la hora de dormir. Esto ayudará a que los niños estén más cansados y puedan conciliar el sueño más fácilmente.
Crear un ambiente propicio para el sueño
Es importante crear un ambiente adecuado para el sueño. Esto incluye mantener la habitación oscura, tranquila y a una temperatura agradable. Además, es recomendable establecer una rutina de relajación antes de dormir, como leer un libro o tomar un baño caliente, para ayudar a los niños a relajarse y prepararse para descansar.
Establecer expectativas realistas
Es importante tener expectativas realistas durante el período de adaptación al cambio de hora. Es posible que los niños tarden un poco en adaptarse y que experimenten algunos cambios en su comportamiento y estado de ánimo. Tener esto en cuenta y ser comprensivos ayudará a que el proceso sea más llevadero para ellos.
Promover la relajación antes de dormir
Antes de dormir, es recomendable promover actividades que favorezcan la relajación, como escuchar música suave, practicar técnicas de respiración profunda o realizar estiramientos suaves. Esto ayudará a que los niños se relajen y puedan conciliar el sueño de manera más fácil.
El cambio de hora puede tener efectos en los niños, especialmente en su sueño y alimentación. Sin embargo, siguiendo algunas recomendaciones y manteniendo una rutina consistente, es posible mitigar estos efectos y ayudar a los niños a adaptarse más fácilmente al cambio. Además, es importante tener paciencia y comprensión durante este período de adaptación. Si los efectos persisten, es recomendable consultar con un especialista para recibir orientación adicional.
Durante el período de adaptación, es posible que los niños se sientan más irritables o cansados de lo habitual. En estos casos, es fundamental brindarles paciencia y comprensión. Evitar sobrecargarlos con actividades extracurriculares o compromisos sociales excesivos puede ayudar a minimizar su estrés y facilitar su adaptación al nuevo horario. Si a pesar de seguir estas recomendaciones, los efectos del cambio de hora persisten y afectan significativamente la calidad de vida de los niños, es recomendable consultar con un especialista en sueño o pediatra. Estos profesionales podrán brindar orientación adicional y evaluar si es necesario implementar algún tratamiento o intervención específica. Si bien el cambio de hora puede tener efectos en los niños, existen medidas que los padres pueden tomar para ayudar a sus hijos a adaptarse de manera más fácil y rápida. Mantener una rutina consistente, crear un ambiente propicio para el sueño y brindar paciencia y comprensión son clave durante este período de transición. Si los efectos persisten, es importante buscar la opinión de un profesional de la salud para recibir el apoyo necesario.