La Angustia en los niños: Cómo detectarla y cómo actuar como padres y cuidadores
La angustia es una emoción común en los niños que puede manifestarse de diferentes maneras. Es importante estar atentos a los signos y síntomas de angustia en nuestros hijos y buscar ayuda profesional si es necesario. Como padres y cuidadores, debemos brindar un entorno seguro y de apoyo, escuchar activamente a nuestros hijos y buscar formas de ayudarlos a manejar su angustia de manera saludable.
Kids Up
2/18/20244 min leer


La angustia es una emoción humana común que todos experimentamos en diferentes momentos de nuestras vidas. Sin embargo, cuando se trata de nuestros hijos, es importante entender qué es la angustia, cómo podemos detectarla y cómo debemos actuar como padres y cuidadores.
¿Qué es la angustia?
La angustia es una emoción intensa de malestar, ansiedad y preocupación que puede manifestarse de diferentes maneras en los niños. Puede ser causada por diversas situaciones, como cambios importantes en sus vidas, experiencias traumáticas, problemas en la escuela o en las relaciones sociales, entre otros factores. Es importante destacar que la angustia no es lo mismo que la depresión, aunque comparten algunos síntomas similares.
¿Cómo podemos detectar la angustia en nuestros niños?
Detectar la angustia en los niños puede ser un desafío, ya que pueden tener dificultades para expresar sus emociones de manera clara y precisa. Sin embargo, existen algunos signos y síntomas comunes que pueden indicar que un niño está experimentando angustia. Estos pueden incluir cambios en su comportamiento, como irritabilidad, dificultades para dormir, problemas de concentración, cambios en el apetito, quejas frecuentes de dolores de cabeza o estómago, entre otros. Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar según la edad del niño y su capacidad para comunicarse. Los niños más pequeños pueden mostrar angustia a través de cambios en su comportamiento, como llorar más de lo habitual, mostrar resistencia a separarse de los padres o cuidadores, o tener dificultades para dormir. Los adolescentes, por otro lado, pueden manifestar angustia a través de comportamientos de evitación, aislamiento social o cambios extremos en su estado de ánimo.
¿En qué se diferencia la angustia de otros cuadros como la depresión?
Si bien la angustia y la depresión comparten algunos síntomas similares, como cambios en el estado de ánimo y dificultades para dormir, es importante diferenciar entre ambas. La angustia se caracteriza por una sensación de preocupación y ansiedad intensa, mientras que la depresión se caracteriza por una sensación de tristeza profunda y pérdida de interés en las actividades cotidianas. Es fundamental consultar a un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico adecuado y diferenciar entre la angustia y otros trastornos emocionales. Un psicólogo o psiquiatra infantil podrá evaluar los síntomas y brindar el tratamiento adecuado según las necesidades individuales de cada niño
¿Cuándo es motivo de consulta?
Si observamos que los síntomas de angustia persisten durante un período prolongado de tiempo, interfieren en la vida diaria del niño o causan un malestar significativo, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra infantil podrá evaluar la situación y determinar si el niño requiere intervención terapéutica. Además, es importante buscar ayuda profesional si el niño muestra signos de angustia extrema, como pensamientos o comportamientos suicidas, autolesiones o una incapacidad para funcionar en su vida diaria. Estos son signos de que la angustia puede estar relacionada con un trastorno más grave que requiere atención inmediata.
¿Puede ser un episodio aislado o representa un trastorno que puede cronificarse?
La angustia puede manifestarse como un episodio aislado en respuesta a una situación específica, como la pérdida de un ser querido o un cambio importante en la vida del niño. Sin embargo, en algunos casos, la angustia puede convertirse en un trastorno crónico si no se aborda adecuadamente. Es importante recordar que cada niño es único y puede responder de manera diferente a las situaciones estresantes. Algunos niños pueden superar la angustia con el tiempo y el apoyo adecuado, mientras que otros pueden necesitar intervención terapéutica a largo plazo.
¿Qué debemos hacer como padres y cuidadores frente a un niño con angustia?
Como padres y cuidadores, es fundamental brindar un entorno seguro y de apoyo para nuestros hijos cuando experimentan angustia. Aquí hay algunas recomendaciones de los especialistas:
1. Escucha activa: Presta atención a los sentimientos y preocupaciones de tu hijo. Permítele expresar sus emociones y asegúrale que estás allí para apoyarlo.
2. Valida sus emociones: Reconoce y valida las emociones de tu hijo. Hazle saber que es normal sentirse angustiado en determinadas situaciones y que estás ahí para ayudarlo.
3. Establece rutinas y límites: Las rutinas y los límites proporcionan a los niños una sensación de seguridad y predictibilidad. Establece horarios regulares para las comidas, el sueño y las actividades diarias.
4. Fomenta la comunicación abierta: Anima a tu hijo a hablar sobre sus sentimientos y preocupaciones. Establece un ambiente de confianza donde se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos
5. Busca ayuda profesional: Si los síntomas de angustia persisten o empeoran, busca la ayuda de un profesional de la salud mental. Un psicólogo o psiquiatra infantil podrá evaluar la situación y brindar el tratamiento adecuado.
6. Practica el autocuidado: Recuerda que cuidar de ti mismo también es importante. Busca tiempo para relajarte, hacer ejercicio y mantener tus propias redes de apoyo.
La angustia es una emoción común en los niños que puede manifestarse de diferentes maneras. Es importante estar atentos a los signos y síntomas de angustia en nuestros hijos y buscar ayuda profesional si es necesario. Como padres y cuidadores, debemos brindar un entorno seguro y de apoyo, escuchar activamente a nuestros hijos y buscar formas de ayudarlos a manejar su angustia de manera saludable.